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Un lucha desigual

Carlos Argente

Miro la clasificación de la Liga Asobal y una rabia interior me apodera. No hablo de lo duro que resulta para un tipo como yo, ver a su club del alma en la última posición, en eso creo que me acompañan en el viaje algunos miles mas.

 Pero hoy quería reflexionar sobre una situación que es absolutamente injusta y para mi hasta inmoral. Lees los periódicos, estudias las crónicas, hablas con los jugadores, con los dirigentes de los dieciséis equipos que compiten por ser de los mejores de este balonmano patrio nuestro y me subo por las paredes.

 De otras casas de este ¿selecto? grupo de miembros Asobal, solo oyes impagos a jugadores y proveedores, presupuestos confeccionados sin una minima seguridad, demoras por subvenciones municipales, provinciales y autonómicas que te dan ganas de decirles, me pido tu subvención para Reyes aunque me la paguen al siglo que viene. Ves que cuatro chavales y cinco veteranos que no cobran desde tiempos inmemoriales te superan, ves que equipos con deudas, se refuerzan en el mercado de invierno, ves que juegan en Europa clubes que sus jugadores del año pasado se dejaban barba. Ves en definitiva que, curiosamente los dos últimos clasificados de la Liga, son de los pocos clubes al corriente completamente de pagos y sin deudas de años anteriores.

 ¿Es casualidad que el Huesca y el Puerto Sagunto vayan los últimos? En mi opinión y ya es hora de decirlo alto y claro NO.

 Es una consecuencia del despropósito de vistas gordas, asunción de irregularidades y malas gestiones en las trastiendas que redundan en que, no el mas serio, el mas formal, el mas riguroso vaya por delante de muchos que compiten con armas que la honestidad y el buen hacer no queremos usar otros.

 Estoy harto de hacer exámenes de oposiciones en los que unos pueden copiar, son amigotes del profesor y otros vamos con las horas de estudio que nos permite nuestro trabajo por sobrevivir cada día. Desde luego que la honestidad y las buenas practicas empresariales son un valor en declive en la bolsa de valores española y eso en  la liga Asobal, son un autentico lastre para sobrevivir  si con dignidad, pero los últimos clasificados.

 No tengo la solución, pero lo que si tengo es el convencimiento, porque me lo enseñaron mis mayores en mi casa y mis antecesores en estos 60 años de larga historia de este club, que moriremos de pie, antes que vivir de rodillas.

 Al año que viene en Asobal, en la Plata o donde sea, los ciudadanos de este pueblo, tendrán la completa seguridad de ver a siete tíos vestidos de rojiblancos, defendiendo una camiseta que les supera en emociones. En otras ciudades, no lo se, pero aquí si.